Evolución de la población en general
A lo largo de la historia la evolución de la población no ha llevado siempre el mismo ritmo de crecimiento que hay actualmente. Dos momentos históricos son importantes en esta evolución: en primer lugar la Revolución Neolítica, en la que el hombre empieza a dominar a la naturaleza y es capaz de producir sus propios alimentos mediante la aparición de la agricultura y la ganadería, pudiendo almacenarlos para racionarlos a lo largo del año y así dejar de depender progresivamente de la caza y la recolección, produciéndose además la sedentarización de la población y la liberación de mano de obra hacia otros trabajos como la artesanía o la administración. Estos cambios provocan un aumento considerable de la población hasta alcanzar los trescientos millones al inicio de nuestra Era. Una vez establecidos estos cambios, la población se estanca, creciendo con altibajos y muy dependiente de las catástrofes naturales y humanas como epidemias, malas cosechas, guerras, etc. No es hasta el inici