Teoría Germinal de la Enfermedad
Pasteur se propuso entender el proceso de fermentación y
pronto advirtió que el alcohol del vino era producido por una levadura que
vivía en la piel de las uvas. Durante la fermentación la levadura tenía un
aspecto aparentemente sano y en gemación bajo el microscopio, pero se formaba
ácido láctico y el vino se convertía en vinagre cuando se apreciaban otros
microbios entre las células de levadura. Otros análisis del vino demostraron
diversas moléculas orgánicas complejas, algunas de las cuales eran capaces de
rotar el plano de la luz, una propiedad de los compuestos producidos por
organismos vivos.
A través de varios experimentos, Pasteur demostró que la
fermentación precisaba del contacto con el polvo del aire. Entonces Pasteur
concentró su atención en la salud de los gusanos de seda, que producían seda
para la industria textil. Descubrió que los gusanos de seda sanos enfermaban
cuando anidaban en el lecho de los gusanos enfermos. En este estudio Pasteur
descubrió que el entorno afectaba directamente al contagio y que la propagación
de la enfermedad se podía controlar mediante la esterilización. Sus estudios
con la levadura habían demostrado que los microbios podían estar suspendidos en
el aire y observó que estos dos estudios se podían aplicar directamente a la
transmisión de la enfermedad en seres humanos. Habló sobre este tema en la
Academia de Medicina de París y, a pesar de que sus ideas radicales solamente
fueron aceptadas por unos cuantos médicos, sus recomendaciones se tradujeron en
la introducción de técnicas quirúrgicas estériles.
La prueba final de la teoría del germen llegó cuando Pasteur
fue capaz de cultivar el bacilo del ántrax en un cultivo. A pesar de que el
ántrax había sido aislado por Robert Koch, quienes se oponían a sus teorías
pensaban que las esporas que encontró podían haber estado confinadas en su
medio de cultivo. Pasteur colocó una gota de sangre de una oveja que estaba
muriendo por ántrax en un cultivo estéril y dejó que creciesen los bacilos.
Repitió este proceso hasta que no quedaba nada del cultivo original en la placa
final. El cultivo final producía ántrax al ser inyectado en una oveja,
demostrando así que el bacilo era el responsable de la enfermedad.
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